El Mundo, 16-04-2013. Barcelona Haga quien haga el informe, sea quien sea quien lo visite, las conclusiones sobre la vida y el trato que se da a los inmigrantes atrapados en el limbo del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca siempre son demoledoras. Tras las denuncias del Síndic de Greuges y las presentadas por organizaciones sociales ante el relator de la ONU para el Racismo, en esta ocasión las críticas han llegado por parte de la Plataforma de Entidades Cristianas con los Inmigrantes, entidad que atiende con decenas de voluntarios a los inmigrantes encerrados en unos centros bajo la sospecha perenne de presuntas violaciones de los derechos humanos.
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