Durante la expulsión del Reino Unido de solicitantes a los que se les denegó el asilo, los empleados de empresas privadas de seguridad adoptaron actitudes de desprecio vergonzosas e incompatibles con la ética profesional, según informa el Cuerpo de Inspectores de Prisiones de Inglaterra y Gales (HMI Prisons en sus siglas en inglés) en dos informes publicados recientemente. Los informes citan comentarios inapropiados proferidos por parte del personal de escolta, como insultos y estereotipos denigrantes según la nacionalidad de los detenidos y uso desproporcionado de la fuerza consistente en mantener esposados durante mucho tiempo a los detenidos aunque estos no mostraran signos de resistencia o violencia. Los inspectores han sacado estas conclusiones después de acompañar en Marzo y Abril de este año a los detenidos en los vuelos de repatriación a Jamaica y Nigeria. Estos vuelos charter fueron organizados por la Agencia de Fronteras del Reino Unido; Los guardias a bordo trabajaban para la empresa de seguridad privada G4S. Jonathan Ellis, director de Abogacía de la Comisión Británica para los Refugiados ha declarado: “Es algo inaceptable que nos obliga a revisar el procedimiento de repatriación”.

PARA VER INFORME COMPLETO (EN INGLÉS)

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