Eldiario.es 19/04/2014. "Han dicho basta. La deportación sin previo aviso de un grupo de malienses del Centro de Internamiento de Extranjeros de Valencia les hizo estallar: 11 internos permanecen sin comer desde entonces. Se sienten silenciados; quieren hablar, y muchos no temen represalias. "Ya me da igual; preferiría morir de hambre que regresar a mi país así", explica Abdou desde el interior del CIE, el mismo día del cumpleaños de una de sus hijas."