Ni el calor que amenaza con derretir el asfalto en las calles albaceteñas a las cuatro de la tarde, ni el Ramadán. Nada desalienta a las decenas de subsaharianos que pasadas las cuatro de la tarde comienzan a engrosar, a las puertas de la sede de la asociación Diatikiya Lolo, la cola para el reparto de alimentos que se lleva a cabo dos miércoles alternos al mes.