La Vanguardia, 04-09-2014. El Ayuntamiento de Lleida ha pagado durante este verano el billete de vuelta a sus lugares de origen a unos setenta temporeros que se habían desplazado a Lleida para trabajar en la campaña de la fruta y no han encontrado trabajo. Así lo ha asegurado el alcalde Àngel Ros que apuesta por no hacer redadas policiales en los campamentos de estos temporeros, mayoritariamente inmigrantes, que se instalan tradicionalmente en el Centro Histórico. Según Ros, actualmente hay una treintena de personas en este campamento y la mayoría han vuelto a su lugar de origen. El alcalde cree que la campaña se ha resuelto con ’’convivencia y prestación de servicios sociales
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