El Diario.es-"No hay que olvidar a la familia y seguir subiendo fotos", reza una de las últimas entradas que ha escrito en su muro de Facebook Almamy Haidara, maliense de 23 años y residente en Madrid. Acompañando al texto, Almamy ha subido también una foto suya, sonriente, sentado en un sofá. "Así mis hermanos en Malí pueden ver que estoy bien", cuenta este chico subsahariano, que llegó a España en patera siendo menor en 2006. Para él, las redes sociales son tan importante en su vida que sentencia serio: "Sin Internet no podría vivir".